La edición número 15 del Buen Fin no cumplió con las expectativas en el centro histórico de Tapachula, según los empresarios de la zona.
José Elmer Herrera, Asociación de Empresarios y Propietarios del Centro Histórico de Tapachula (Asepitap), enfatizó, que la falta de orden y el desbordado ambulantaje frustró las expectativas de venta del sector formal.
“Particularmente hablando del Centro, el buen fin en esta emisión no fue la mejor. Definitivamente había mayores expectativas, esperaba mejor movimiento comercial, mayor movimiento comercial, sin embargo, no se logró, no se logró la meta que en otros años ha sido más notoria.”
José Elmer Herrera / Presidente de ASEPITAP.
Uno de los factores determinantes es el crecimiento descontrolado del ambulantaje o comercio informal en la zona. Señaló que el comercio ambulante alejó de los negocios a los consumidores.
“El ambulantaje es un tema que ha aumentado particularmente en el centro histórico de Tapachula… No hay un control sobre este tema y es preocupante. La gente ya no quiere venir al centro por la falta de estacionamiento y la inseguridad.”
El líder de Asepitap detalló que el problema ya no es solo la persistencia, sino el aumento descontrolado en las zonas más transitadas, como la 10ª Norte, frente al Mercado Sebastián Escobar, la 7ª y 9ª Poniente.
“Impiden el libre paso y el libre tránsito de las personas,” impidiendo la circulación en las banquetas. Se ha incrementado la venta de productos, como aguas frescas, incluso en el arroyo vehicular, poniendo en riesgo a peatones y automovilistas.
Los puestos informales han crecido de 1m2 a invadir “tres o cuatro metros” , apropiándose de las banquetas y fachadas de los negocios formales.
El presidente de la asociación subrayó que la situación representa una flagrante “competencia desleal”. Mientras el comercio formal enfrenta los “altos cobros de renta” del Centro Histórico y cumple con sus obligaciones fiscales, el ambulantaje opera sin ningún tipo de control o contribución.