El uso de la inteligencia artificial (IA) en la industria ha dejado de ser una posibilidad futura para convertirse en una práctica integrada en las operaciones diarias. En México, distintos sectores productivos adoptan sistemas inteligentes para optimizar procesos, reducir costos y responder a los retos de sostenibilidad que marcan las nuevas regulaciones internacionales.
El Informe del Índice de IA 2025 del Instituto de Inteligencia Artificial Centrada en el Ser Humano de Stanford (HAI, por sus siglas en inglés) señala que el 78 por ciento de las organizaciones en el mundo utilizan actualmente IA en sus operaciones, una cifra que hace apenas un año era de 55 por ciento. El incremento de 23 por ciento en la adopción empresarial evidencia la rapidez con la que esta tecnología se consolida como un componente esencial de la transformación digital.
En el sector industrial, las aplicaciones más comunes incluyen el mantenimiento predictivo, la gestión de energía, la automatización de líneas de producción y la creación de gemelos digitales.Estas herramientas permiten analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real y anticipar fallas o ineficiencias que podrían afectar la operación.
Una de las empresas que ha impulsado la integración de la IA en entornos industriales es Schneider Electric, dedicada a la electrificación, digitalización y automatización. Con más de 80 años de presencia en México, la compañía ha desarrollado plataformas que combinan inteligencia artificial y analítica avanzada para mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad.
Entre sus soluciones destaca EcoStruxure™, una arquitectura digital que conecta equipos, procesos y datos para monitorear el desempeño de sistemas eléctricos e industriales. A través de esta plataforma, las organizaciones pueden obtener una visión integral de sus operaciones, identificar oportunidades de ahorro energético y tomar decisiones basadas en información en tiempo real.
El sector agrícola es uno de los más demandantes en consumo de agua —representa cerca del 70 por ciento del uso global—, por lo que el uso de tecnologías inteligentes contribuye no solo a la eficiencia operativa, sino también al cumplimiento de objetivos de sostenibilidad.
En México, la adopción de IA en entornos industriales también avanza con rapidez. Un ejemplo es la planta de Nescafé en Toluca, Estado de México, donde se utiliza software de análisis y monitoreo de equipos de media tensión. Con esta herramienta, la empresa ha evitado cinco paros no programados que, de haberse producido, habrían representado pérdidas por alrededor de dos millones de dólares.
