Las bajas temperaturas que se han registrado en los últimos días en la capital del estado no solo han sorprendido a la población, sino que también han afectado directamente a quienes dependen del comercio ambulante, especialmente a las personas vendedoras de raspados, quienes reportan una notable caída en sus ventas.
De acuerdo con testimonios de comerciantes establecidos en el Centro Histórico y zonas escolares, el frío ha reducido considerablemente la demanda de bebidas heladas, llevando incluso a que algunos no puedan salir a trabajar todos los días, pues los ingresos ya no cubren ni los costos básicos de operación.
“Antes vendíamos bien, pero con estos fríos casi no se vende nada. A veces es más lo que gastamos en fruta y en hielo que lo que logramos recuperar”, comentó uno de los vendedores que diariamente instala su carrito cerca de la Alameda de León.
A la disminución de clientes se suma otro problema: el encarecimiento de diversas frutas utilizadas para la preparación de los raspados. Productores de regiones afectadas por heladas han comenzado a elevar los precios para compensar las pérdidas en sus cosechas, lo que repercute en quienes dependen de estos insumos.
Comerciantes señalaron que productos como la fresa, la guayaba y el mango han comenzado a registrar incrementos notables, lo que complica aún más mantener los precios habituales para el público sin sacrificar su margen de ganancia.
Mientras las bajas temperaturas continúan, quienes se dedican a la venta de raspados esperan que el clima mejore en los próximos días para retomar la actividad normal y evitar que el invierno represente un golpe más fuerte a su ya afectada economía.
