En México, cada año se registran alrededor de cinco mil nuevos casos de cáncer infantil, una cifra que mantiene en alerta al sistema de salud y a las organizaciones dedicadas a la atención de menores con esta enfermedad.
Aunque el cáncer infantil representa entre el 2 y el 3 % del total de los tipos de cáncer en el país, su impacto es profundo, pues se trata de la primera causa de muerte por enfermedad en niñas y niños de entre 5 y 14 años.
Los tipos de cáncer más frecuentes en la infancia son la leucemia linfoblástica aguda, los tumores del sistema nervioso central y los linfomas, seguidos por el cáncer de hueso y los tumores renales, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud.
Sin embargo, uno de los principales desafíos es que la mayoría de los casos se detectan en etapas avanzadas, lo que disminuye las probabilidades de éxito en el tratamiento.
Especialistas advierten que el diagnóstico oportuno puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Cuando el cáncer infantil se identifica en fases iniciales, las tasas de supervivencia pueden alcanzar hasta un 70 u 80 %, mientras que en casos tardíos esta cifra se reduce considerablemente.
