De acuerdo a datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), cada año se generan alrededor de 1.1 millones de toneladas de residuos eléctricos y electrónicos en todo el país, lo cual ubica a México en el tercer lugar dentro de los grandes generadores de estos desechos en América, solo después de Estados Unidos y Brasil.
En México, se recicla apenas el 9 % de los desechos electrónicos y aunque varias ciudades del país promueven los “Reciclatones” como eventos para alentar la recolección de este tipo de desechos, la mayoría de estos eventos son intermitentes y casi siempre el ciudadano asume la responsabilidad de tener que desecharse de él, sin el manejo adecuado.
Los residuos electrónicos son especialmente peligrosos porque además de contaminar los ecosistemas naturales, ocasionan problemas muy serios de salud en las personas, afirmó el integrante del comité ambiental y docente de la facultad de Ciencias Químicas, Eugenio Martínez Villalobos
Los ciudadanos pocas veces son conscientes de que los residuos eléctricos y electrónicos tienen materiales reciclables y también, otras sustancias químicas altamente tóxicas conocidas como Contaminantes Orgánicos Persistentes que pueden durar en el medio ambiente muchos años antes de degradarse, acumulándose en el tejido graso de los seres humanos.
Además, en caso de que no se dé un manejo adecuado a la basura electrónica, el daño al medio ambiente puede ser muy importante, pues se sabe que puede contaminar el agua, dañando los mantos freáticos y el suelo, e impacta en el ecosistema. En el caso de las pilas alcalinas, si una es arrojada a un cuerpo de agua, puede contaminar hasta 100 mil litros de agua.
