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5 frases que calman a un niño agresivo de acuerdo a la filosofía Montessori.

María Montessori, una renombrada educadora, médica y pedagoga italiana, revolucionó la educación infantil a principios del siglo XX, enfatizando la importancia de un ambiente preparado, el respeto por el niño y el aprendizaje autónomo.

Aunque Montessori no se centró específicamente en la agresión infantil en su obra, sus principios pedagógicos ofrecen valiosas lecciones sobre cómo abordar y calmar a un niño agresivo.

  Maria Montessori

Te compartimos que decir para calmar a un niño agresivo:-

1. “Entiendo que estás enojado, ¿quieres ayudarme a entender por qué?”

Explicación: Esta frase valida los sentimientos del niño y muestra una disposición a escucharlo, lo cual es fundamental en el enfoque montessoriano.

María Montessori enfatizaba la importancia de observar al niño para comprender sus necesidades y emociones.

Al invitar al niño a expresar la causa de su enojo, se le da voz a sus sentimientos y se fomenta la auto exploración y el autocontrol.

2. “Veo que esto te ha molestado mucho, vamos a encontrar una solución juntos.”

Montessori promovía la independencia y la capacidad de resolver problemas.

Esta oración no solo reconoce los sentimientos del niño, sino que también lo empodera al hacerlo partícipe activo en la búsqueda de una solución.

Enseñar al niño a enfrentar y resolver conflictos de manera constructiva es una habilidad vital que se alinea con los principios montessorianos de educar niños autónomos y competentes.

3. “Tomémonos un momento para respirar juntos.”

La calma y la concentración son pilares del método Montessori. Al invitar al niño a respirar juntos, se introduce una pausa necesaria para que ambos, adulto y niño, puedan calmarse y centrarse.

Este momento de tranquilidad puede ayudar al niño a recuperar su equilibrio emocional, facilitando una comunicación más efectiva y una actitud más receptiva.

4. “¿Qué podemos hacer para que te sientas mejor?”

Esta pregunta permite al niño darle el control para mejorar su situación, fomentando su independencia y autoestima.

Al considerar sus propias soluciones, el niño aprende a manejar sus emociones y a buscar activamente caminos hacia el bienestar.

5. “Estoy aquí contigo, no estás solo.”

El apoyo y la seguridad emocional son fundamentales para que el niño se sienta comprendido y amado, incluso en momentos de dificultad.

Esta frase refleja el principio montessoriano del respeto hacia el niño como un ser individual y valioso. Ofrecer presencia y seguridad puede ayudar significativamente a calmar al niño, recordándole que tiene a alguien a su lado para apoyarlo.

María Montessori no solo buscaba calmar al niño en un momento de agresividad, sino que también apuntan a educarlo sobre cómo gestionar sus emociones y conflictos de manera saludable

Montessori, creía firmemente en el potencial de cada niño para aprender y crecer a través del amor, el respeto y la guía adecuada.

Al aplicar estos principios, padres y educadores pueden ayudar a los niños a desarrollar la resiliencia y las habilidades sociales necesarias para navegar por sus emociones de manera constructiva.