Skip to content

RÍOS DE ALASKA SE TORNAN NARANJA POR EL DERRETIMIENTO DEL PERMAFROST QUE ESTÁ LIBERANDO MINERALES QUE OXIDAN EL AGUA; CIENTÍFICOS ALERTAN SOBRE DAÑOS ECOLÓGICOS

En Alaska, ríos que alguna vez fueron cristalinos ahora fluyen con un tono naranja brillante, un fenómeno alarmante vinculado al cambio climático. El derretimiento del permafrost libera minerales como la pirita, que al oxidarse tiñe el agua y provoca una acidez extrema, destruyendo peces, macroinvertebrados y afectando a especies como osos y aves.

Este proceso, observado por primera vez en 2019 en el río Salmon, ya afecta a más de 75 ríos en la cordillera de Brooks y podría ser irreversible. La contaminación no proviene de fábricas ni minas, sino del propio suelo que se derrite, alterando la química de ecosistemas protegidos.

Los científicos advierten que este fenómeno podría extenderse a otras regiones del planeta, mientras comunidades indígenas enfrentan riesgos para su agua y alimentación. Los ríos naranjas se han convertido en una señal visible de un colapso invisible: el cambio climático está transformando silenciosamente la Tierra.