Sin avances concluyó la primera mesa de diálogo entre autoridades y alumnos inconformes del Instituto Tecnológico de León. La reunión, realizada afuera de las instalaciones, duró menos de 20 minutos y no logró acuerdos concretos entre las partes.
Los estudiantes mantienen tomadas las instalaciones desde hace más de dos semanas y aseguran que no entregarán su pliego petitorio ni firmarán ningún documento hasta que la directora y la subdirectora presenten su renuncia, a quienes acusan de malas prácticas y de desatender las necesidades de la comunidad estudiantil.
Entre las principales quejas destacan el deterioro de las instalaciones, el aumento en las colegiaturas —que pasaron de 3,500 a 5,000 pesos— y presuntos actos de hostigamiento por parte de personal administrativo. Incluso, una estudiante presentó una denuncia formal por agresión física.
Los inconformes recordaron que desde el año pasado habían advertido sobre la situación precaria del plantel y la falta de respuesta institucional. Aseguran que pagan por un servicio que no se refleja en la calidad educativa ni en las condiciones del campus.
Pese a los intentos por retomar el diálogo, los alumnos reiteraron que no habrá apertura mientras no existan cambios en la dirección, manteniendo firme su postura como condición para continuar con las mesas de negociación.