En México, la llegada de noviembre marca el inicio de la temporada de venta de nochebuenas, la emblemática planta que adorna hogares, calles y comercios durante las festividades decembrinas. Con hojas rojas que simulan flores, la Euphorbia pulcherrima se convierte en protagonista de la decoración navideña y simboliza la tradición que une a millones de familias mexicanas.
Productores de estados como Morelos, Ciudad de México, Puebla, Jalisco y Michoacán comienzan a abastecer los viveros, tianguis y cadenas de autoservicio, transportando millones de ejemplares seleccionados tras meses de cuidado que inician desde la siembra en abril. La temporada de exhibición se extiende hasta principios de enero, mientras ferias y eventos celebran la llegada de la planta.
Con más de 20 millones de nochebuenas cultivadas al año, la producción no solo es un motor económico para los agricultores, sino que también genera empleos temporales en invernaderos y centros de distribución. Además, autoridades fomentan la compra de ejemplares nacionales ante la competencia de importaciones, ofreciendo variedad de tamaños y precios en distintos puntos de venta.
