En una muestra de exigencia a las autoridades, pobladores de los ejidos Toquián Grande y Pavencul, en la zona alta de Tapachula, marcharon pacíficamente por las principales calles de ese lugar para demandar la presencia de las fuerzas armadas federales y estatales a fin de reivindicar la paz en esa zona indígena.
Miles de pobladores que conforman el Consejo Indígena MAM, exigieron a las tres órdenes de gobierno establecer una base permanente de las fuerzas armadas, como la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano o incluso la Marina a fin de evitar la entrada de la delincuencia organizada en esta zona.
Ocultando su identidad, los líderes ejidales, argumentaron que la delincuencia organizada envió mensajes de amenazas a los representantes de esas comunidades, que indicaban que entrarían para hacer operaciones ilícitas y requerían de su cooperación.
Ante esta situación, los pobladores sienten miedo de que esta zona se convierta en región de alguna célula delictiva, por lo que hicieron un llamado a la presidente Claudia Sheinbaum, al gobernador Eduardo Ramírez, y al presidente Yamil Melgar, atención inmediata a este tema, para contar con la presencia de las corporaciones policiacas de manera permanente.
Toquián Grande y Pavencul son dos ejidos que cuentan con 18 barrios, la mayoría de sus habitantes son miembros del Consejo Indígena MAM, se dedican al campo y gozan de una paz y tranquilidad en sus actividades, sin embargo, la amenaza del crimen organizado, propició que iniciarán esta manifestación por la paz.
Mientras tanto, se destacó que, por instrucciones de las autoridades de Pavencul se suspendió el servicio de trasporte ejidal con ruta Tapachula a Pavencul y también se mantienen filtros de control con bloqueos con piedras y policías comunitarios en las entradas y salidas de estas comunidades indígenas.
