Poco más de seis mil personas, acompañaron al presidente municipal de Uruapan, Carlos Alberto Manzo Rodríguez, en la misa de cuerpo presente y de camino al panteón de la ciudad en donde fue despedido entre consignas, lágrimas e indignación por la forman en que fue privado de la vida.
Cerca de las 16 horas del domingo, luego del homenaje que se le realizó en la Pérgola Municipal; simpatizantes del llamado movimiento del sombrero, así como ciudadanas y ciudadanos en general, se dieron cita en la Glorieta de Avenida Latinoamericana y el Paseo Lázaro Cárdenas, para posteriormente marchar rumbo al primer cuadro de la Perla del Cupatitzio en exigencia de justicia por el homicidio contra el edil.
Posteriormente, tras los oficios religiosos que se realizaron en la Parroquia de San Francisco, el cortejo fúnebre dio una vuelta por la Plaza de los Mártires rumbo al Panteón Municipal, abarrotando así, las calles que conducen al camposanto uruapense.
Finalmente, los restos de Carlos Manzo, fueron despedidos a la entrada del cementerio local por miles de personas que acompañaron con veladoras, y entre consignas y mariachis, a quien en vida fuera el primer presidente municipal de carácter independiente en la historia reciente de Uruapan.