A veces no hace falta una remodelación completa para renovar la energía del hogar. Pequeños cambios pueden lograr grandes resultados.
Cambiar las cortinas, reorganizar los muebles, colocar un espejo nuevo o añadir plantas puede transformar por completo el ambiente. Incluso algo tan simple como cambiar el aroma del espacio o los cojines del sofá da una sensación de frescura.
Lo importante es observar cómo te sientes en tu casa y qué te gustaría mejorar. Tal vez necesitas más luz, más color o más espacio libre. Escuchar tu intuición es el primer paso para hacer cambios que realmente te hagan bien.
Cada ajuste que haces, por pequeño que parezca, es una manera de renovar tu relación con el hogar y contigo misma.