La actriz y cantante Ninel Conde vuelve a ocupar titulares. Esta vez no por un proyecto artístico, sino por someterse a un procedimiento estético especializado: la queratopigmentación, que le permitió modificar el color de sus ojos naturales café a un verde olivo. 
La intervención generó una ola de opiniones en redes sociales. Mientras algunos usuarios la felicitan por atreverse a una transformación, otros la critican por abandonar sus rasgos originales y cuestionan su necesidad de cambiar lo que ya era atractivo. 
Conde explicó que el cambio obedece a una “nueva etapa”, a adoptar una mirada distinta hacia ella misma y su entorno. Aun así, especialistas advierten de los riesgos de esta intervención: daño corneal, infecciones, aumento de presión intraocular. 
En resumen, este movimiento estético de Ninel concentra temas de actualidad en el mundo del espectáculo: autoimagen, cirugía, redes sociales y el costo (emocional, físico y mediático) de reinventarse ante una audiencia vigilante.
