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La Casa de la Tía Anita: más de 30 años de dulzura y tradición en Tuxtla Gutiérrez

Por más de tres décadas, la Casa de la Tía Anita, también conocida como “la casa de los dulces”, ha sido un punto de encuentro obligado para cientos de familias chiapanecas durante la celebración del Día de Muertos. Su propietario, Juan Carlos Mendoza Castañeda, mejor conocido como el tío Pelón, continúa preservando el legado de su madre, quien inició esta tradición como una forma de fomentar la convivencia familiar y mantener viva una costumbre llena de alegría.

La historia comenzó cuando, de niño, Mendoza regresaba con pocos dulces tras salir a pedir calaverita. Su madre, al ver su entusiasmo, decidió comprar bolsas para compartir con los vecinos y amigos. Así nació la tradición, que hoy en día reúne a miles de personas y distribuye más de 2,700 kilos de dulces cada año. La logística es posible gracias al apoyo de familiares, amigos y vecinos, quienes participan en cada detalle.

Porque la seguridad también es una prioridad, el tío Pelón explica que el evento cuenta con un sistema integral de seguridad, que incluye apoyo de la Cruz Roja, con ambulancias, paramédicos, extintores, generadores eléctricos y un sistema de videovigilancia con más de 14 cámaras. Todo esto garantiza que las familias puedan disfrutar con tranquilidad de una noche mágica y segura.

Este 1 de noviembre, la Casa de la Tía Anita abrirá sus puertas a partir de las 5 de la tarde, priorizando la entrada de los niños menores de ocho años. Recuerda llevar el tradicional botecito con piedritas para gritar “¡Calabacita, tía!” y mantener viva una tradición que endulza corazones y une generaciones en Chiapas.