Skip to content

COYOACÁN SABE A TRADICIÓN CON SU PAN DE MUERTO Y POSTRES

“El pan de muerto además de ser delicioso, es toda una tradición, es toda una cultura de nuestros abuelos. Es toda una tradición”, expresó Arturo, emprendedor. 

El pan de muerto tiene sus orígenes en la época prehispánica. Los pueblos originarios de Mesoamérica realizaban ofrendas a sus difuntos, en las que colocaban alimentos elaborados con semillas molidas y sangre humana como símbolo de respeto y conexión con el más allá. Con el paso del tiempo, la tradición evolucionó. Hoy, siglos después, tanto el ritual como la elaboración de este pan han cambiado.

En Coyoacan, en la Ciudad de México, encontramos dos comercios sumamente populares y tradicionales donde venden pan de la época.

El primer lugar es una panadería, ubicada sobre Avenida México que,  destaca a pesar de su pequeño tamaño. Es un sitio acogedor, encantador y que inspira elegancia y sabor desde el primer vistazo.

A través de un estante de vidrio se despliega un festín para la vista. Cada pan luce impecable, no solo por el dulce aroma que inunda el lugar, sino por la perfección en su forma y el cuidado con el que parece fueron elaborados.

“Los dos tienen jugo y ralladura de naranja, tienen esencia de azahar y canela. El Totomoxtle también tiene hoja de maíz tatemado que es justo lo que le da el color”, agregó Leonardo.

Esta panadería cuenta con otra sucursal que suma ya diez años de trayectoria, consolidandose como un referente del pan tradicional. Su experiencia, combinada con el sabor que conquista a su público, la ha convertido en una favorita entre los amantes del buen pan.

Pero este no es el único tesoro escondido entre los encantadores y enigmáticos rincones de Coyoacán. También está un restaurante y panadería que nació del sueño de tres mexicanos decididos a crear el mejor pan de la zona.

En esta temporada ofrecen pan y rosca de muerto, pay de calabaza, rollo de guayaba y muchas otras delicias, todas decoradas con formas únicas y espectaculares que conquistan a la vista antes incluso de probarlas.

Ganarle al sol cada mañana se ha convertido en su fórmula secreta para mantenerse como uno de los lugares más populares y queridos de la zona.

“Yo creo que es lo que se hace a diario, es un pan que a las 5 de la mañana se empieza a hacer. De hecho una de nuestras características es que nunca encontrarás un pan del día anterior”, comentó Arturo.

Liza, una de las socias, recorrió distintos rincones del mundo para aprender nuevas técnicas y descubrir sabores únicos, siempre con la intención de llevarlos de vuelta a México. Hoy, cada pan que sale de esta panaderia fusiona esas experiencias con la tradición mexicana.

“La verdad es que el pan es espectacular y bueno también tenemos al lado el restaurante. Así es que no se lo pierdan”, destacó Liza, emprendedora.

“El tema gourmet, no es un pan que encuentras en todos lados. Tiene ingredientes distintos, está hecho de manera artesanal; entonces eso tiene un diferenciador importante”, añadió Mariana Paredes.

Cada postre está lleno de detalles únicos, fruto del talento de estos tres mexicanos que buscan que cada pan y cada dulce cuente, en un solo bocado, la historia y el sabor de México.