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Índice Nacional de Precios al Consumidor de ha revelado un panorama mixto en la inflación alimentaria mexicana

El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de marzo de 2025 ha revelado un panorama mixto en la inflación alimentaria mexicana. Por un lado, los precios de productos agrícolas como frutas y verduras han mostrado una desaceleración significativa, impulsada por cosechas récord en estados como Sinaloa y Chiapas. Esta tendencia a la baja es una buena noticia para los consumidores, ya que puede ayudar a reducir la presión sobre los bolsillos de las familias mexicanas.

Sin embargo, no todo es positivo. Los precios de los productos pecuarios, como la carne y el pollo, han aumentado un 8.93% anual, lo que contrarresta parcialmente la baja en frutas y verduras. Además, los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno se han mantenido relativamente estables, lo que sugiere que la inflación sigue siendo un desafío para la economía mexicana.

La desaceleración de la inflación representa una buena noticia para el mercado financiero, ya que abre la puerta a posibles reducciones en las tasas de interés. Sin embargo, la resistencia del componente subyacente, en particular de los servicios, sugiere que aún persisten riesgos para la política monetaria y el poder adquisitivo de los hogares.

En este contexto, el Banco de México se enfrenta a un desafío importante. La institución debe equilibrar la necesidad de controlar la inflación con la de apoyar el crecimiento económico. La expectativa es que el Banco de México continúe con su política de recorte de tasas en su próxima reunión, lo que podría ayudar a estimular la economía y reducir la presión sobre los consumidores.