Los pulpos son un prodigio biológico: tienen tres corazones, sangre azul y una inteligencia comparable a la de algunos mamíferos. Su sangre es azul porque contiene hemocianina, una proteína rica en cobre que transporta oxígeno bajo el agua fría.
Además, pueden cambiar de color y textura para camuflarse en milisegundos. Estos rasgos los hacen maestros de la adaptación y fascinantes objetos de estudio en neurociencia.
