La autoestima es la base del amor propio y del éxito personal. Una mujer con buena autoestima se siente capaz, valiosa y merecedora de cosas buenas. No depende de la aprobación externa y confía en sus decisiones.
Construirla requiere tiempo y práctica: dejar de compararse con los demás, reconocer los logros propios y hablarse con amabilidad. La autoestima fuerte no solo mejora la relación con una misma, sino también con los demás. Cuando una mujer se valora, se convierte en inspiración para quienes la rodean, irradiando seguridad y equilibrio.