Las redes sociales ardieron esta semana con un rumor que puso a los fanáticos del fútbol americano y de la música en debate: supuestamente, los Dallas Cowboys habrían pedido que se retire a Bad Bunny del show del Super Bowl 2026. Sin embargo, la realidad es muy distinta. Aunque la noticia se viralizó, fue completamente falsa, demostrando una vez más el poder y el riesgo de la desinformación en redes.
Todo comenzó con un supuesto comunicado que circuló en X (antes Twitter) y que aseguraba que el equipo no quería al reguetonero por “falta de valores deportivos”. En cuestión de horas, miles de usuarios compartieron el mensaje, generando polémica y comentarios encontrados. Pero rápidamente se desmintió: ni la NFL ni los Cowboys emitieron tal declaración.
Bad Bunny, por su parte, se mantuvo en silencio, concentrado en sus próximos lanzamientos y apariciones. Aun así, su nombre volvió a dominar la conversación global, como suele ocurrir cada vez que algo lo rodea. Su impacto trasciende la música: divide opiniones, pero también une culturas, y su influencia en la industria del entretenimiento estadounidense es innegable.
El episodio dejó una reflexión clara: las redes pueden construir o destruir reputaciones en cuestión de minutos. Y mientras algunos se indignan, otros celebran que, pese a los rumores, Bad Bunny siga siendo una de las figuras más potentes del espectáculo global. Porque si algo ha demostrado el “Conejo Malo”, es que los titulares falsos no detienen a quienes ya marcaron historia.