La Vicefiscalía de Alto Impacto mantiene abierta la investigación por el homicidio calificado de S.V.C., alias “Chaparro”, quien fue ejecutado a tiros durante un ataque directo registrado recientemente en la capital del estado. El exguardia de seguridad fue alcanzado por cinco balazos, uno de ellos a la altura de la nuca y a corta distancia, lo que refuerza la hipótesis de una ejecución planeada.
De acuerdo con los resultados de la necropsia practicada por peritos forenses, las balas utilizadas eran calibre 9 milímetros y fueron disparadas a corta distancia. Los familiares del occiso reclamaron el cuerpo tras la entrega del dictamen pericial para brindarle sepultura, confirmándose además que el hombre había sido despedido del establecimiento donde laboraba el mismo día de su muerte.
Posible ajuste de cuentas
Las primeras líneas de investigación apuntan a que el crimen estaría relacionado con un ajuste de cuentas entre grupos dedicados a la venta de drogas en la ciudad. Testimonios preliminares indican que los agresores, dos sujetos que viajaban en motocicleta, interceptaron a la víctima y abrieron fuego antes de huir con rumbo desconocido. Hasta el momento, no se han realizado detenciones relacionadas con el caso.
Hallan camioneta con municiones y casquillos
En paralelo, fuerzas estatales lograron ubicar una camioneta que presuntamente fue utilizada en otro hecho violento, vinculado al ataque armado ocurrido en la colonia 20 de Noviembre. El vehículo —una Honda CRV con placas DLL-101-H del estado de Chiapas— fue localizado por elementos motorizados sobre el periférico Pablo García I. Montilla, a un costado de una bodega donde permanecía mal estacionado y con las puertas entreabiertas.
Al inspeccionarla, los uniformados encontraron en su interior varios casquillos percutidos y municiones de diferentes calibres. El área fue asegurada con apoyo de la Guardia Nacional y la unidad trasladada al depósito de la Fiscalía General de la República para su análisis balístico.
Durante los peritajes se contabilizaron al menos ocho casquillos calibre 9 mm y dos de calibre 7.62 mm —propios de fusiles tipo AK-47— además de un par de cartuchos sin detonar. Las pruebas periciales confirmaron que parte de esas municiones coincidían con las utilizadas en el ataque contra una vivienda en la colonia 20 de Noviembre, donde sujetos armados a bordo de motocicletas y una camioneta dispararon repetidamente contra el inmueble de un presunto narcomenudista.
Aunque no se logró el aseguramiento de armas ni la captura de los responsables, las autoridades ministeriales mantienen ambas investigaciones bajo la misma línea: una disputa entre células locales vinculadas al narcomenudeo que, en los últimos días, han protagonizado varios ataques en la capital campechana.