China ha anunciado nuevas restricciones a la exportación de tecnologías relacionadas con las tierras raras, en medio de crecientes tensiones comerciales con Estados Unidos. Según el Ministerio de Comercio chino, las empresas extranjeras ahora deberán solicitar una licencia especial para exportar tecnologías consideradas de doble uso, es decir, con aplicaciones tanto civiles como militares.
La medida, que entra en vigor de forma inmediata, refuerza los controles implementados desde abril, cuando Pekín ya había limitado la exportación de siete minerales clave del grupo de tierras raras —como el samario, disprosio y el lutecio— además de imanes derivados. China justifica estas decisiones en razones de seguridad nacional.
Las tierras raras son esenciales en la fabricación de productos estratégicos como chips de inteligencia artificial, vehículos eléctricos y sistemas militares avanzados, incluyendo misiles guiados.
Con casi el 50 % de las reservas globales, más del 70 % de la producción y cerca del 90 % del procesamiento mundial de tierras raras, China refuerza así su dominio en este sector clave, incrementando la presión en la guerra tecnológica con Occidente.