El Premio Nobel de Química 2025 ha sido otorgado a los científicos Susumu Kitagawa, Richard Robson y Omar M. Yaghi por su pionero trabajo en el desarrollo de estructuras metal-orgánicas (MOF). Este galardón reconoce sus avances en la creación de una nueva arquitectura molecular que está revolucionando la química y ofreciendo soluciones a retos globales.
Las estructuras metal-orgánicas desarrolladas por los tres investigadores contienen cavidades a través de las cuales las moléculas pueden entrar y salir. Estas innovadoras construcciones han sido utilizadas para una variedad de aplicaciones prácticas, como la captura de agua en desiertos, la extracción de contaminantes del agua, el almacenamiento de hidrógeno y la captura de dióxido de carbono.
A través de sus investigaciones, los científicos han abierto nuevas posibilidades para la solución de problemas ambientales y energéticos. A pesar de que estos materiales aún se utilizan principalmente a pequeña escala, diversas empresas están invirtiendo en su producción en masa. La industria electrónica, por ejemplo, ya utiliza MOF para almacenar gases tóxicos necesarios en la producción de semiconductores, mientras que otros materiales pueden descomponer gases peligrosos, incluidos aquellos empleados en armas químicas.
La versatilidad de estas estructuras ha sido clave, ya que pueden ser modificadas para exhibir propiedades completamente nuevas, lo que las hace aún más prometedoras para el futuro. Algunos investigadores consideran que las estructuras metal-orgánicas podrían ser el material clave del siglo XXI debido a su potencial para abordar algunos de los desafíos más urgentes del planeta.
Kitagawa, Robson y Yaghi, con sus avances, han brindado a la ciencia una herramienta poderosa que podría cambiar la manera en que abordamos los problemas ambientales y tecnológicos en las próximas décadas.