El arte de Jesús Cuevas ha trascendido fronteras y se ha instalado en galerías internacionales gracias a una técnica poco convencional pero profundamente personal: pintar únicamente con sus manos. Originario de Oaxaca, el artista ha encontrado en la pintura un medio para transformar sus vivencias en piezas que transmiten emoción y autenticidad.
Cuevas prescinde del pincel y cualquier otra herramienta tradicional. En su lugar, recurre al contacto directo de sus manos con el lienzo, logrando una conexión íntima entre sus emociones y la obra. Cada trazo se convierte en una huella cargada de fuerza expresiva, revelando un estilo que ha despertado el interés de críticos y coleccionistas en distintas partes del mundo.
“Mis manos son el puente entre lo que siento y lo que quiero expresar. No hay filtros ni barreras, todo fluye directo de la piel al lienzo”, ha señalado en entrevistas el pintor, quien considera que esta técnica le permite transmitir con mayor fidelidad la intensidad de sus experiencias personales.
Sus exposiciones, tanto en México como en el extranjero, se han distinguido por provocar un diálogo con el espectador. Los asistentes encuentran en cada obra fragmentos de historias, pasiones y memorias que, aunque nacen de lo íntimo, logran ser universales.