En Celaya, el Reglamento de Justicia Cívica establece sanciones que van de 1,697 a 2,828 pesos por realizar graffiti en propiedad privada, edificios gubernamentales o espacios públicos. Sin embargo, en el último mes solo se logró detener a tres responsables, quienes fueron presentados ante el juez calificador.
De acuerdo con Pablo Muñoz Huitrón, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en todos los casos se trató de menores de edad, por lo que fueron sus padres quienes debieron cubrir las multas correspondientes y asumir la responsabilidad por los daños ocasionados en bardas, fachadas y monumentos.
El reglamento contempla que, además de la sanción económica, los infractores deben cumplir con trabajos comunitarios y limpieza de los grafitis. Cuando existe denuncia formal del afectado, el hecho puede constituirse como delito, lo que implica responsabilidades civiles, administrativas y, en su caso, penales.
Muñoz Huitrón señaló que los graffitis no deben considerarse expresión artística, ya que afectan la imagen urbana. Asimismo, llamó a los padres de familia a mantener mayor vigilancia sobre sus hijos para evitar que se involucren en este tipo de conductas.
“El papel de los padres es encauzar a los jóvenes y ofrecerles alternativas positivas para construir comunidad. Los graffitis no aportan nada a la ciudad”, afirmó el secretario.