La Casa Blanca difundió un plan que busca frenar de inmediato el conflicto en Gaza y sentar las bases de una reconstrucción en la región. La propuesta contempla el cese total de operaciones militares, la liberación de rehenes y la retirada progresiva de las fuerzas israelíes, a cambio de un proceso de desmilitarización supervisado por observadores internacionales.
El documento plantea además que Gaza sea administrada por un comité palestino de carácter técnico y apolítico, bajo la vigilancia de un organismo internacional encabezado por Donald Trump y otras figuras políticas globales. El objetivo es establecer una etapa de transición que garantice servicios básicos, infraestructura y gobernanza moderna.
Entre las medidas destacan la entrada masiva de ayuda humanitaria, la creación de una zona económica especial y un plan de desarrollo internacional para reactivar la economía. La iniciativa, sin embargo, enfrenta la negativa de Hamás en varios puntos, lo que abre dudas sobre su viabilidad inmediata.