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Jaguar decomisada enfrenta graves problemas de salud, su pronóstico es reservado

Cuando las personas que adquieren fauna silvestre como mascota desconocen sus hábitos alimenticios y necesidades específicas, manteniéndolos en condiciones que están lejos de garantizar su bienestar; por lo que estas prácticas no solo ponen en riesgo la vida de los ejemplares, sino que también contribuyen al deterioro de la biodiversidad.

El caso de una jaguar hembra recibida en las instalaciones del Zoológico Miguel Álvarez del Toro , el pasado 11 de agosto en calidad de aseguramiento por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), producto de un decomiso, refleja el enorme desafío que representa el tráfico de fauna silvestre en México.

Desde su llegada, el ejemplar se mostró activo, alerta y con buen apetito, alimentándose con pollo y conejo. Los primeros estudios médicos no revelaron presencia de parásitos ni alteraciones visibles. Sin embargo, especialistas comenzaron a detectar manchas de espuma en su recinto, lo que motivó la implementación de protocolos veterinarios especializados.

Bajo anestesia controlada, se le realizaron análisis completos que evidenciaron problemas renales, signos de inflamación pancreática, infección en vías urinarias e irritación gástrica asociada a vómitos frecuentes

No obstante, volvió a presentar vómitos y pérdida de apetito a partir del 19 de septiembre. El 22 de septiembre bajo el resultado de nuevos estudios, se confirmó un daño renal avanzado, elevación de enzimas hepáticas y una gastritis severa secundaria a su enfermedad. Actualmente, de acuerdo con la clasificación médica, el ejemplar se encuentra en Clase 5, lo que significa que su pronóstico es reservado.

El ZooMAT se ha consolidado como un muro de contención frente a este problema, brindando atención especializada a ejemplares asegurados por las autoridades ambientales y dándoles la oportunidad de recibir cuidados que, en muchas ocasiones, significan la diferencia entre la vida y la muerte.