El supertifón Ragasa ha dejado devastadoras consecuencias en el sudeste de Asia, con al menos 14 muertes en Taiwán y caos en Hong Kong debido a su intensidad.
En Taiwán, las lluvias provocadas por el tifón causaron el desbordamiento de un lago natural en el condado de Hualien, dejando 14 muertos y 124 desaparecidos.
La inundación, generada por el colapso de una presa natural, arrasó el municipio de Guangfu, sumergiendo calles hasta los tejados y dificultando el acceso de los equipos de rescate, debido a la gran cantidad de fango.
Mientras tanto, en Hong Kong, el mismo tifón generó una ola que destruyó el acceso principal de un hotel, arrastrando a huéspedes y empleados en menos de un minuto.
Este evento, que rápidamente se viralizó en redes sociales, muestra la furia de este fenómeno meteorológico, que ha dejado daños materiales considerables. Las autoridades en ambas regiones activaron protocolos de emergencia para asistir a los afectados y evaluar los daños.