El fentanilo ha sido el gran protagonista de la “epidemia de los opioides” que desde hace décadas afecta a los Estados Unidos y cuyos ecos se han hecho notar ya en otros países. Sin embargo otras drogas también están floreciendo en medio de una crisis que no parece remitir.
Un “nuevo” riesgo. Un grupo estadounidense de investigadores ha llamado la atención sobre el riesgo que implican los nitazenos en el contexto de esta crisis de los opioides. Según recalca el equipo, estos compuestos son mucho más potentes que drogas como el fentanilo y además pueden pasar desapercibidos en los tests habituales, lo que podría estar contribuyendo al carácter “emergente” de esta droga descrito por el grupo.
Los nitazenos son una categoría de opioides creados en la década de 1950, pero nunca aprobados para su uso farmacológico.
Amenaza seria. “Para los pacientes, especialmente aquellos con trastorno por uso de opioides o aquellos expuestos a sustancias ilícitas, los nitazenos suponen una amenaza seria y a menudo oculta,” señalaba en una nota de prensa Shravani Durbhakula, coautora del estudio. “Puesto que estas drogas no aparecen en los exámenes rutinarios de toxicología, los sanitaruis podrían pasar por alto una pieza crítica en el diagnóstico durante el tratamiento por sobredosis. Los pacientes también pueden neccesitar dosis más altas o repetidas de naloxina para revertir sus efectos.”
Al menos desde 2019. Según destaca el equipo, entre 2019 y 2023, el sistema de monitorización toxicológica del estado norteamericano de Tennessee, TN SUDORS (Tennessee State Unintentional Drug Overdose Reporting System), detectó esta sustancia en 92 fallecimientos por sobredosis.
En las 92 muertes registradas en el estado de Tennessee, los nitazenos fueron hallados en conjunto con otras sustancias, generalmente fentanilo o metanfetamina. Esto sugiere que muchas de las personas que consumen la sustancia lo hacen sin siquiera saber que lo están haciendo, al haber se utilizado como adulterantes.
Rápida expansión. El estudio de estas sustancias ha llevado al equipo a alertar sobre su “rápida expansión en el mercado ilícito”. La dificultad a la hora de detectar los nitazenos, que pueden aparecer en distintos formatos, supone un problema añadido a la hora de tratar las sobredosis causadas por estas sustancias.
El trabajo del equipo ha sido aceptado para su publicación en la revista Pain Medicine, aunque por ahora puede consultarse su manuscrito previo.