Eterna curiosa de las estrellas, del universo y de las galaxias… Hoy, a los 77 años, cerró los ojos para siempre Julieta Fierro, física, astrónoma y divulgadora científica mexicana.
Logró acercar la ciencia a múltiples generaciones y dejó una huella que trasciende fronteras y épocas, así fue como oficialmente la UNAM se refirió a ella, en una publicación en la que confirmaron su deceso y reconocieron su invaluable trabajo.
Julieta fue directora del Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM, y escribió más de 40 libros. Entre sus obras más importantes destacan: La astronomía de México, Cartas Astrales y La familia del sol.
Entre sus reconocimientos se encuentran tres doctorados honoris causa y el Premio Kalinga de la UNESCO, que recibió en 1995 por su labor en la difusión de la ciencia. Años más tarde, en 2004, fue elegida para ocupar la silla XXV de la Academia Mexicana de la Lengua, convirtiéndose en una de las pocas mujeres en alcanzar este honor.
Sin embargo, más allá de sus obras y sus distinciones a Julieta Fierro solo había una cosa que le movía: ella quería acercar el universo a todos. Ella confesó en una entrevista que de pequeña le gustaba leer, pero se encontraba con que los libros que hablaban de física y astronomía estaban escritos en otros idiomas, es por eso que se puso una meta en la vida: ayudar a que la ciencia fuera para todos y todas, sin importar la edad o el conocimiento previo.
Ahora Julieta Fierro ha dejado el mundo terrenal y se ha convertido en polvo de estrellas… regresando así al lugar que más amaba: el universo y sus galaxias.