Este miércoles 10 de septiembre se alcanzó el pico máximo de la temporada de ciclones tropicales en el Atlántico, el Golfo de México y el mar Caribe, y por primera vez desde 2009 no se registra ninguna formación activa en la cuenca.
Hasta la fecha, la temporada contabiliza seis ciclones tropicales, de los cuales cinco han sido tormentas y solo uno alcanzó la categoría 5 de huracán mayor, sin causar daños en tierra ni pérdidas humanas. Además, la energía ciclónica acumulada se mantiene por debajo de lo normal.
De acuerdo con el meteorólogo Juan Vázquez Montalvo, vocero del Ciafeme-UADY y director operativo del Comité de Huracanes de Yucatán, esta baja actividad se debe a condiciones atmosféricas adversas como:
La influencia de una amplia y poderosa alta presión de Azores, que ha inyectado aire seco en la región.
La presencia de polvo del Sahara.
Vaguadas en el sureste y este de Estados Unidos que han incrementado el viento cortante por arriba del promedio.
La ausencia de la oscilación Madden-Julian, fenómeno clave en el desarrollo ciclónico.
Sin embargo, los modelos de pronóstico a largo plazo advierten que a partir de la segunda quincena de septiembre y durante octubre las condiciones cambiarán, con menos aire seco y viento cortante, además de que la Madden-Julian entrará en una fase favorable. Esto podría detonar una segunda parte de la temporada mucho más activa, como ocurrió en 2020 y 2024.
Vázquez Montalvo llamó a la población de la Península de Yucatán a no confiarse y mantener listos sus planes de contingencia, ya que la temporada aún no termina. También exhortó a informarse únicamente a través de fuentes oficiales, evitando rumores y mensajes en redes sociales que generan confusión y miedo.