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Beber bien también es salud: así funciona la Jarra del Buen Beber

Con el objetivo de fomentar hábitos saludables de hidratación en la población, la Secretaría de Salud impulsa el uso de la “Jarra del Buen Beber”, una herramienta visual que, al igual que la pirámide alimenticia, clasifica las bebidas más comunes según su valor nutricional y su impacto en la salud.

Esta guía está dividida en seis niveles, que ordenan las bebidas desde las más recomendadas hasta aquellas que deben consumirse con moderación o evitarse completamente. El propósito es informar a la población sobre qué líquidos son ideales para mantenerse bien hidratado y cuáles pueden afectar negativamente al organismo si se consumen en exceso.

Agua simple, Leche semidescremada, Bebidas no calóricas con edulcorantes artificiales, Jugos de fruta naturales y leche entera, Bebidas alcohólicas, las cuales no deben formar parte de la hidratación cotidiana, por lo que se recomienda un consumo ocasional y responsable y las Bebidas con alto contenido de azúcar y bajo valor nutricional; son algunas que forman parte de esta jarra del buen beber.

El cuerpo humano está compuesto en un 50% a 75% de agua, que se pierde diariamente a través de la orina, el sudor y la respiración. A diferencia de otros nutrientes, el cuerpo no almacena agua, por lo que es vital reponerla de forma continua.

Mantener una buena hidratación no solo ayuda a regular la temperatura corporal, sino que también mejora el funcionamiento de órganos vitales, promueve una buena digestión y favorece la concentración y el rendimiento físico.

La Jarra del Buen Beber es una herramienta clara y accesible, ideal para aplicar en escuelas, hogares y espacios de salud. Adoptar sus recomendaciones contribuye a prevenir enfermedades como la obesidad, diabetes e hipertensión, que están directamente relacionadas con el consumo excesivo de bebidas azucaradas.