La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este viernes que el mpox, también conocida como viruela del mono, que afecta principalmente a África, dejó de ser una urgencia de salud pública internacional debido a la caída del número de casos y muertes.
“Hace más de un año, declaré la emergencia de salud pública internacional por la propagación del mpox en África, siguiendo el consejo de un comité de emergencia“, pero este jueves el comité consideró que ya no era necesario y “acepté su opinión”, declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus, jefe de la OMS, durante una rueda de prensa.
“Esta decisión se basa en la disminución sostenida del número de casos y muertes en la República Democrática del Congo y en otros países afectados, en particular Burundi, Sierra Leona y Uganda”, indicó Adhanom Ghebreyesus.
Adhanom indicó que en agosto del año pasado el mundo se enfrentaba a un aumento de la transmisión, a la propagación internacional dentro y fuera de África y a la incertidumbre sobre la evolución de las nuevas cepas del virus causante de la viruela símica.
Sin embargo, el jefe de la OMS advirtió que, aunque el mpox ha dejado de ser una emergencia de salud pública internacional, esto “no significa que la amenaza haya terminado, ni que nuestra respuesta vaya a detenerse”.
La República Democrática del Congo sigue siendo el epicentro. En este país circulan todos los clados y hay transmisión en la región oriental y en zonas urbanas como Kinshasa.
Durante el último año, los brotes causados por el clado Ib se han ampliado en este país y en países vecinos, y se han notificado casos vinculados a viajes en todas las regiones de la OMS.
Además, en el presente año se ha observado un repunte de brotes del clado II en África occidental, sobre todo en Sierra Leona y en los países vecinos Liberia y Guinea.
Afortunadamente, las tendencias empiezan a mostrar reducciones, concretamente mejoras notables en la República Democrática del Congo y descensos sostenidos en los países más afectados, entre ellos Burundi, Sierra Leona y Uganda, indicó la OMS, pero advirtió que sigue existiendo la posibilidad de nuevos rebrotes, lo cual obliga a mantener una vigilancia y una capacidad de respuesta suficientes.
Por ello, la Organización destacó que “es preciso seguir trabajando para proteger a los grupos más vulnerables, en particular a los niños y a las personas con infección por el VIH”.
