Frente a decenas de miles de personas reunidas en la explanada de Brasilia, el líder izquierdista, Lula Da Silva, juró como Presidente de Brasil. Asimismo, promovió una dura acusación contra el expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro y prometió un cambio drástico de rumbo para rescatar “una nación arruinada”.
El líder progresista, de 77 años, que ya gobernó entre 2003 y 2010, regresó a la Presidencia tras derrotar en unas ajustadas elecciones a Bolsonaro, quien no reconoció su derrota y abandonó Brasil el viernes para evitar tener que entregar a Lula la banda presidencial, como manda el protocolo.
“Vaciaron los recursos de salud, desmontaron la educación, la cultura, ciencia y tecnología, destruyeron la protección del medio ambiente”, indicó el mandatario al tiempo que reafirmó su compromiso de reducir a cero la deforestación en la Amazonia y retomar las relaciones con América Latina.