Mazatán Chiapas.- La presencia de saqueadores que aprovechan los huevos, la carne y el aceite de las tortugas golfinas de manera ilegal, se ve amenazada por los guardianes de esta especie en peligro de extinción que se han organizado haciendo patrullajes para evitar que esta especie sea sequeada.
Desde hace 11 años, en el ejido Emiliano Zapata ubicado en el municipio de Mazatán se conformó un grupo “guardianes de la tortuga golfina”, quienes con sus propios esfuerzos y recursos durante la temporada de anidación buscan recuperar huevos de esta especie.
En un principio el grupo estuvo conformado por 20 habitantes del mismo ejido, sin embargo, al no encontrar apoyos de las autoridades la mitad decidieron abandonar las actividades ambientales y los que aún persisten en el cuidado de esta especie, asumen su rol de vigilantes, al recorrer hasta 10 kilómetros para recuperar nidos de esta especie de manos de saqueadores.
Todas las noches de martes, jueves y sábado, junto con los integrantes de su equipo, Marisela recorre las playas de Mazatán para recuperar los nidos de la tortuga golfina, sin importarle el peligro que esta actividad ambiental conlleva.
Dijo que, a pesar de no contar con ningún apoyo económico, todas las noches sale de su casa con mucho entusiasmo al contribuir a la conservación de la tortuga, ya que durante estos dos años ha vivido experiencias maravillosas.
Carlos Villarreal, integra al grupo de los guardianes de la tortuga, y combina esta actividad con su otra pasión, la albañilería. Él desde hace 9 años forma parte de las acciones de conservación de esta especie en la costa chiapeneca.
Indicó que a pesar de que la labor es pesada por el desvelo, sumado a que no hay ningún incentivo, sigue con el deseo de contribuir la conservación de la tortuga golfina, aun cuando hay ocasiones que a medio del recorrido sufren a causa de la lluvia o del peligro al que están expuestos.
Detalló que en esta actividad se enfrentan a peligros, porque muchas veces los saqueadores andan bajo efectos del alcohol y droga, sin embargo, tratan de evitar confrontaciones y se apegan a la concientización y sensibilización.
Gracias a la labor del grupo de guardianes voluntarios, el año pasado se logró proteger 47 nidos que dio como resultado la liberación de entre 4 y 5 mil crías.