En México la alerta epidemiológica más reciente se lanzó el pasado 10 de abril tras confirmarse cuatro casos de sarampión, probables contagios a partir de un caso importado el 14 de marzo. Se trataba de un niño de menos de dos años, originario de Rumanía y residente en Hungría, que en los últimos meses había viajado por Francia y Gran Bretaña antes de llegar a Ciudad de México.
Desde hace poco más de una década, los casos de sarampión empezaron a cobrar fuerza a nivel mundial hasta materializarse con una cifra del año pasado que alarmó al mundo: en 2022 se registraron alrededor de 900 casos en la Unión Europea, pero al año siguiente se multiplicaron a 30 mil. Las bajas tasas de vacunación durante la pandemia contribuyeron a acelerar los casos.
Otra realidad que ha aumentado la vulnerabilidad en México son cuatro años de suspensión de campañas nacionales de vacunación y graves recortes en salud. Ante las evidencias, finalmente el gobierno federal puso en funcionamiento la Campaña de Recuperación de Coberturas de Vacunación, donde se pone énfasis en la prevención de sarampión, rubéola y poliomelitis. Se anunció la cifra de nueve millones de dosis disponibles.