Hoy desglosaremos uno de los más grandes mitos de la gastronomía: ¿la pasta verdaderamente engorda?
Para explicarlo, tomemos en consideración este dato: las pastas de buena calidad se elaboran únicamente con sémola de trigo duro, el cual es el más rico de todos los cereales, por lo que solo 100 gramos de pasta aportan aproximadamente 350 calorías.
De igual manera, esta porción también aporta 74 gramos de hidratos de carbono, minerales y vitaminas. Estudios afirman que 100 gramos de pasta contienen menos de 1 gramo de grasa, por lo que los responsables del “engorde” son todos aquellos complementos con lo que se mezcla o condimenta, principalmente el queso.
Debemos saber que sólo 100 gramos de pasta contienen 75 gramos de hidratos de carbono, y estos proporcionan un promedio de 300 calorías, lo que se traduce como el 15% de la cantidad que el cuerpo de una persona promedio necesita.
Un individuo puede comer hasta 100 gramos de pasta diarios sin miedo a subir drásticamente de peso, pero este resultado sólo es viable cuando la pasta se come sola o natural, es decir, sin ningún condimento o salsa que contenga grasas en exceso. En conclusión, no nos engorda la pasta, sino todo lo que le agregamos para disfrutarla más.