El ejercicio es fundamental para personas de todas las edades, pero se ha comprobado que además de los beneficios que conlleva, también puede ayudar a reducir el riesgo de padecer cáncer de mama en las mujeres, indicaron especialistas, debido a que la actividad física diaria detiene la reacción inflamatoria del cuerpo, produciendo insulina de buena calidad que ayuda a evitar el crecimiento de tumores.
Sin embargo, según datos del INEGI publicados a inicios de este año, únicamente el 33 % de las mujeres en el país realizan actividad física.
Además, se indicó que el ejercicio físico también ayuda al organismo a tener una mejor respuesta después de una cirugía o de un tratamiento con quimio o radioterapia ya que la paciente puede recuperar la densidad de su masa ósea.
Por lo tanto, es recomendable mantener en movimiento al cuerpo durante al menos 40 minutos al día seis veces a la semana, en actividades que van desde caminar, pasear mascotas e incluso bailar, siempre y cuando sea personalizado considerando si la paciente tiene alguna lesión.
Aunque el origen del cáncer de mama depende de varios factores, se comprobó que la obesidad y el sobrepeso sí detonan las tumoraciones malignas, por lo que se debe buscar mantener un peso ideal como medida de prevención.