El gobierno egipcio permitió que Coca-Cola, uno de los principales productores de plástico, sea patrocinador de la cumbre sobre el cambio climático de Naciones Unidas de este año, lo que ha causado desconcierto en actividades y organizaciones del medio ambiente de todo el mundo.
Por su parte, la empresa defendió su participación argumentando que “comparte el objetivo de eliminar los residuos y aprecia los esfuerzos de concienciación”.
El evento está pactado para noviembre de este año en el balneario egipcio de Sharm el-Sheikh y activistas acusan a la compañía de “lavado de imagen verde”, aparentando ser más ecológica y más de 5 mil personas han firmado ya una petición en la que solicitan que se deje sin efecto el patrocinio.
En 2019, Coca-Cola admitió que utilizaba 3 millones de toneladas de envases de plástico al año y el año pasado, la BBC expuso el impacto que la contaminación por plásticos de Coca-Cola estaba teniendo en comunidades remotas de todo el mundo.