La transformación del sur-sureste del país será patente con la puesta en marcha del Tren Transístmico que está compuesta por una moderna infraestructura ferroviaria, que forma parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), en el que uno de los grandes beneficios es eficientar el traslado de los productos.
De acuerdo con información del gobierno federal, el Corredor Interoceánico es una oportunidad para transformar la economía del sureste de México, con una inversión estratégica en infraestructura, fomentando el comercio y el desarrollo sustentable con los Polos del Desarrollo Para el Bienestar, que se instalarán en 12 puntos de los estados de Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco.
Entre los beneficios claves de este proyecto federal es el aumento de la competitividad de la región, atracción de inversiones nacional e internacionales, generación de empleos y desarrollo de habilidades locales, crecimiento de la demanda de productos y servicios regionales, e impulso al crecimiento de pequeñas y medianas empresas.
El sector empresarial de Tapachula, tiene grandes expectativas de que, con el regreso del tren se pueda detonar el desarrollo como el que se impulsó el siglo pasado al transportar diferentes productos de la región.
Comentó que, otras de las ventajas de este proyecto federal, es disminuir los altos costos de transportación de cientos de productos, pues actualmente representa un precio alto un embarque o transporte a Tapachula comparado con el resto del país.