Ante la entrada en vigor de la ley que prohíbe la venta de comida chatarra en escuelas de nivel básico, medio superior y superior en todo México, padres de familia han expresado su respaldo y celebración por la medida, destacando que contribuirá a mejorar la alimentación de los estudiantes y prevenir problemas de salud como la obesidad infantil.
“Es una excelente decisión. Como padres de familia, debemos estar conscientes de que la alimentación saludable no solo debe fomentarse en las escuelas, sino también en casa”, expresó María González, madre de un estudiante de primaria.
Esta medida busca reducir el consumo de productos ultraprocesados con altos contenidos de azúcares, sodio y grasas saturadas, los cuales han sido señalados por especialistas como factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas en la población infantil y juvenil.
Aunque la ley ha sido bien recibida, algunos padres señalan que el desafío será garantizar que los niños y adolescentes opten por alternativas saludables también fuera de la escuela. “Es importante que los gobiernos y las escuelas impulsen programas de educación nutricional para que los estudiantes y sus familias aprendan sobre opciones alimenticias más saludables”, comentó Jorge Ramírez, padre de familia.