En un acto de resistencia, arte y amor por el territorio, el colectivo oaxaqueño Hacer Tequio ha dado vida a una obra textil profundamente simbólica titulada “Memorias de un río que no perece Atoyac – Oaxaca”, una manta bordada colectivamente que busca invitar a la reflexión, la memoria y la acción en torno al cuidado del río Atoyac, uno de los afluentes más importantes y golpeados de la capital oaxaqueña.
La iniciativa ciudadana, conformada por mujeres y hombres comprometidos con las causas ambientales y comunitarias, ha utilizado el bordado como una herramienta de sanación, diálogo y conciencia. A través de hilos, puntadas y relatos bordados, la manta se convierte en un lienzo vivo donde confluyen las historias del río, sus ciclos, su degradación por la contaminación y la esperanza de su recuperación.
“El Atoyac no está muerto, está herido. Y queremos recordarle a la ciudad que todavía podemos hacer algo por él”, expresó una de las integrantes del colectivo durante la presentación pública de la obra, que ha sido exhibida en espacios comunitarios y culturales de Oaxaca.
El proceso de creación de la pieza se desarrolló durante varios meses, en jornadas abiertas de bordado colectivo, donde participaron vecinas, artistas, ambientalistas, estudiantes y personas de diversas edades. Cada bordado no solo representa una escena o un símbolo relacionado con el río, sino también una historia, una vivencia o un deseo.