En un paso significativo hacia el fortalecimiento de la conectividad digital global, el Gobierno de Chile y la empresa tecnológica Google firmaron un acuerdo para desplegar el primer cable submarino que unirá directamente a Sudamérica con Oceanía.
Este proyecto, denominado “Humboldt”, conectará a Chile con Australia mediante una infraestructura de fibra óptica de última generación que recorrerá miles de kilómetros bajo el Océano Pacífico; será el primer enlace directo de este tipo entre ambos continentes, abriendo nuevas oportunidades para el intercambio de datos, el desarrollo tecnológico y la cooperación internacional.
Además, la iniciativa tiene el potencial de atraer millones de dólares en inversiones de la mano de la economía digital, así como proyectos de investigación académica internacionales, empresas públicas de telecomunicaciones y compañías que operan en ambos continentes, como el sector minero o bancario.
El cable submarino no solo fortalecerá la infraestructura digital de Chile, sino que también beneficiará a otros países de la región al mejorar la velocidad, estabilidad y seguridad de las conexiones a internet. Se espera que el proyecto impulse el desarrollo de servicios en la nube, inteligencia artificial y centros de datos, además de potenciar la economía digital en América Latina.
Hasta ahora, Chile está conectado con Estados Unidos y el resto de la región, por lo que el desarrollo de este nuevo cable otorga la posibilidad de una segunda gran conexión que permitirá al país sudamericano no solo convertirse en una puerta de entrada de la transferencia de datos desde Asia-Pacífico, sino también afianzar sus relaciones con las naciones asiáticas, sobre todo China, su mayor socio comercial.
La construcción del cable Humboldt forma parte de una tendencia creciente en la que empresas tecnológicas colaboran con gobiernos para expandir la infraestructura digital en todo el mundo, y se espera que comience su operación a inicios de 2027.