El Sol está especialmente activo, y su energía podría sentirse muy pronto en la Tierra. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) lanzó una alerta severa de tormenta geomagnética para los próximos días, luego de registrar potentes explosiones solares que podrían alterar temporalmente las comunicaciones y los sistemas satelitales.
De acuerdo con la NOAA, una tormenta de nivel G4 (severa) podría impactar nuestro planeta este 12 de noviembre, mientras que otras de intensidad moderada y fuerte (G2 y G3) están previstas entre el 11 y el 13 de noviembre.
Estas alertas se deben a la llegada de varias eyecciones de masa coronal, enormes nubes de plasma expulsadas por el Sol tras intensas llamaradas registradas los días 7, 9 y 12 de noviembre. La más reciente, asociada a una llamarada de clase X5.1, fue la más potente y veloz del periodo, alcanzando su punto máximo el 11 de noviembre a las 10:04 (UTC).
Los especialistas explican que, al combinarse, estas erupciones podrían distorsionar el campo magnético terrestre, generando interferencias en señales de radio, GPS y algunos satélites. Aunque aún no se sabe el momento exacto en que llegarán, se cree que parte del material expulsado viaja directamente hacia la Tierra.
La magnitud real del fenómeno se conocerá cuando las sondas espaciales que monitorean el viento solar, ubicadas a más de 1.5 millones de kilómetros de distancia, detecten el frente de la tormenta.
Mientras tanto, los científicos estarán atentos: estas tormentas, aunque pueden causar pequeños dolores de cabeza tecnológicos, también suelen ofrecer un espectáculo natural impresionante —auroras boreales visibles en zonas poco habituales del planeta.
