Durante la CXIX Asamblea Plenaria del Episcopado Mexicano, los obispos del país hicieron un llamado urgente a reconocer las problemáticas que, aseguran, siguen golpeando a millones de familias.
Aunque la reunión se desarrolló en el marco de la ruta jubilar que guiará a la Iglesia entre 2025 y 2033, uno de los mensajes se concentró en un tema que calificaron como ineludible: las realidades que no se pueden seguir callando en el contexto mexicano actual.
En un encuentro marcado por reflexiones espirituales y por el inicio del pontificado del Papa León XIV, los obispos hablaron con firmeza sobre la situación social del país, destacando que sus señalamientos no responden a posturas políticas, sino a su responsabilidad pastoral.
La Asamblea se desarrolló en un ambiente que, además de revisar temas eclesiales, buscó trazar la ruta pastoral ante tres momentos clave: el cierre del Año Jubilar de la Esperanza 2025, el centenario de la resistencia cristera en 2026 y el Jubileo Guadalupano 2031.
Los obispos insistieron en que algunos discursos oficiales ofrecen una versión del país que no coincide con la experiencia cotidiana de la ciudadanía.
Destacaron que muchas familias continúan viviendo entre la incertidumbre, la violencia y la falta de oportunidades, por lo que se vuelve necesario hablar con claridad sobre lo que sucede.
Afirmaron que, aunque se asegura que la violencia disminuye, la población todavía enfrenta homicidios, desapariciones y desplazamientos forzados.
