Durante nueve días, la comunidad se ha congregado con fervor en torno a la festividad de San Antonio de Padua, participando en una serie de eventos culturales y religiosos que no solo han fortalecido los lazos sociales, sino también el espíritu de fe entre los asistentes.
La figura de San Antonio ha sido presentada como un modelo de esperanza y consuelo ante el sufrimiento, recordando su capacidad de hablar al pueblo y brindar un mensaje de esperanza en contextos adversos.
La jornada de hoy marcó el momento culminante de la celebración con la tradicional coronación del santo, el rezo del rosario y una misa especial por la tarde, seguida de una verbena popular que incluye música, comida y la participación de un artista sorpresa.
La devoción a San Antonio se ha intensificado en esta comunidad, donde muchos fieles afirman haber recibido milagros relacionados con enfermedades, pérdidas y dificultades personales. Más allá de la celebración, la fe ha inspirado actos concretos de solidaridad, como el apoyo a una casa de día para migrantes. La capilla de San Antonio se ha convertido en un símbolo viviente de cómo la espiritualidad puede transformar la realidad, y dar nueva vida a quienes han perdido la esperanza.