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La familia petrolera celebra entre colores, tradición y unidad sindical

Bajo un cielo que caía lentamente en tonos naranjas, la palapa ubicada en Playa Norte se transformó en un mosaico de risas infantiles, disfraces vibrantes y aromas dulces que anunciaban una fiesta diferente. La familia petrolera de la Sección 47 celebró, entre papel picado y calaveritas, la doble tradición de Halloween y Día de Muertos, demostrando que la unidad no solo se presume: se vive.

Niños con capas titilantes, jóvenes luciendo maquillaje de catrinas, y jubilados que cargaban consigo la nostalgia de los años de servicio, caminaron entre calabazas iluminadas y altares coloridos. Abejas, superhéroes, esqueletos bailarines y vampiritos recorrieron el lugar, llenando la palapa de sonrisas que parecían corear al unísono un mismo mensaje: la fraternidad se fortalece en comunidad.

Al frente de la convivencia, el secretario general de la Sección 47 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Antonio Toledo, junto a su líder moral y secretario de trabajo, Víctor Matías Hernández Colunga, estrecharon manos, se tomaron fotografías y escucharon historias que atravesaban generaciones. Ambos agradecieron el respaldo y la unidad que los agremiados han mantenido a pesar de los retos actuales.

“Este sindicato se sostiene por su gente”, expresó Víctor Matías Colunga, subrayando el apoyo constante que llega desde el Comité Ejecutivo General, encabezado por Ricardo Aldana Prieto. Sus palabras resonaron entre pequeños que devoraban dulces y padres que observaban con orgullo, sabiendo que estas festividades son más que tradición: son un puente entre quienes construyeron el pasado y quienes heredarán el futuro.

La celebración avanzó entre concursos, música y aplausos. Las luces reflejadas en los disfraces parecían recordar que las fiestas más memorables son aquellas donde el trabajo se hace familia, y la celebración se convierte en símbolo. Así, la Sección 47 cerró el evento con un mensaje claro: en tiempos cambiantes, la unidad continúa siendo el mejor disfraz… y la mejor verdad.