Un grupo de jubilados y pensionados de Petróleos Mexicanos volvió a salir a las calles de Ciudad del Carmen para exigir mejoras urgentes en los servicios de salud que la empresa les proporciona. Con décadas de trabajo a sus espaldas, los manifestantes señalaron que hoy se sienten desprotegidos ante las crecientes deficiencias en la atención médica.
La movilización inició frente a las oficinas de Pemex en la calle 33, donde los asistentes expusieron que desde hace varios años enfrentan escasez constante de medicamentos, falta de estudios clínicos y la ausencia de especialistas. Después avanzaron hacia el Hospital General de Pemex, sobre la calle 31, para reiterar su demanda frente a la entrada principal.
Víctor Celestino Espadas López, representante del grupo, explicó que la situación se ha agravado desde 2018. Señaló que quienes padecen enfermedades crónicas son los más afectados y que la falta de atención oportuna ha costado la vida a varios compañeros, quienes —dijo— pudieron haberse salvado con servicios médicos adecuados.
“Pemex fue nuestra casa durante muchos años. Trabajamos en áreas de riesgo y hoy sólo pedimos que se respete lo que por derecho nos corresponde”, expresó el dirigente durante la manifestación.
Espadas López añadió que esta problemática no es exclusiva de Ciudad del Carmen; jubilados de Mérida, Villahermosa y la Ciudad de México han denunciado dificultades similares, lo que refleja que el deterioro del sistema médico de la petrolera es generalizado.
Con pancartas y una mezcla de preocupación y determinación, los ex trabajadores insistieron en que la atención médica es una prestación adquirida, no una concesión. Pidieron sensibilidad y voluntad para resolver las fallas que ponen en riesgo la salud de quienes dedicaron su vida laboral a la empresa.
Los inconformes concluyeron la protesta reiterando que continuarán levantando la voz hasta que Pemex garantice un servicio médico digno, oportuno y humano para todos sus jubilados.