En el marco del proyecto Corredor Biocultural Gran Selva Maya, representantes de Campeche participaron en un importante intercambio de experiencias en Petén, Guatemala, donde especialistas de ambos países compartieron avances, técnicas y aprendizajes en materia de restauración forestal dentro del macizo selvático más grande de Mesoamérica.
En representación de la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y Energía del Estado de Campeche (SEMABICCE), asistió el director de Desarrollo Forestal Sustentable, Ing. Alberto Escamilla Nava, y la Biól. Denisse Sánchez, adscrita a la dirección de Conservación de la Biodiversidad, y junto con representantes de la CONANP, CONAFOR y otras instituciones, Campeche aportó su experiencia local en restauración y manejo de ecosistemas, además de nutrirse de los procesos innovadores aplicados por sus contrapartes de Guatemala.
Durante el encuentro, técnicos y técnicas del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala (MARN), CONAP, INAB, así como integrantes de las fundaciones Naturaleza para la Vida y ProPetén, presentaron metodologías y casos de éxito que han fortalecido la recuperación de áreas degradadas en la región guatemalteca de la Selva Maya.
Las actividades incluyeron visitas de campo, charlas magistrales y sesiones de análisis grupal orientadas a comprender y comparar estrategias de restauración forestal. Para Campeche, este diálogo permitió enriquecer las capacidades locales y fortalecer la cooperación binacional, abriendo nuevas oportunidades de trabajo conjunto para la protección de la Selva Maya, compartida por México, Guatemala y Belice.
Este intercambio forma parte del acuerdo trinacional firmado por los gobiernos de los tres países y contó con el apoyo de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) del SICA, así como del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ), a través de la Cooperación Técnica Alemana (GIZ).
Con su participación, Campeche reafirma su compromiso de seguir impulsando acciones de restauración y conservación, reconociendo que la Selva Maya es un patrimonio natural invaluable cuya protección requiere colaboración internacional, ciencia aplicada y estrategias conjuntas en beneficio de la biodiversidad y las comunidades que dependen de ella.
