La incertidumbre y la baja en la actividad económica han cobrado factura sobre las remesas. En abril, el flujo de estos recursos que ingresaron al país sumó 4 mil 761 millones de dólares, una cifra 12 por ciento más baja respecto a los cinco mil 418 millones reportados en el cuarto mes del año pasado, dio a conocer este lunes el Banco de México (BdeM).
La caída de las remesas que envían los connacionales que radican en el exterior, principalmente en Estados Unidos, se presenta en un entorno marcado por la incertidumbre y la desaceleración de la economía, tanto en México, el país vecino y en el mundo.
En abril, pero de 2024, la tasa de crecimiento de las remesas en su comparativa mensual (respecto a igual mes de 2023) era de 8.2 por ciento.
Se trata de una caída no vista desde septiembre de 2012, y está impulsada “por el deterioro del mercado laboral en Estados Unidos y el miedo que tienen los migrantes de salir a trabajar y ser deportados”, explicó Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
El 97 por ciento de las remesas que ingresan a México provienen de Estados Unidos, según la información del BdeM.