La literatura es una manera de ver el mundo, un modo de conocerse a uno mismo… así lo dijo el premio Nobel de Literatura…
El escritor peruano Mario Vargas Llosa murió este 13 de abril a los 89 años. La causa de su muerte aún se desconoce, pero sin duda deja un legado inmenso en la historia de las letras.
“Lo que me gustaría es que la muerte me halle escribiendo, un accidente. Haber vivido la vida hasta el final”, declaró Mario Vargas LLosa.
Nacido en 1936, sus padres se separaron pocos meses después de su nacimiento. Por ello, se mudó junto a su madre a Bolivia, donde su abuelo materno había encontrado trabajo.
Años más tarde, la vida lo llevó de regreso a Perú. A los 10 años, conoció por primera vez a su padre, y poco después sus padres retomaron su vida en común. A los 14 fue enviado a una escuela militar. En medio de ese ambiente hostil, distinto y desafiante, encontró una vía de escape: la escritura. Así nació La ciudad y los perros, la novela que más adelante lo catapultaría a la fama y que marcaría su más grande pasión.
Se graduó en Literatura y obtuvo una beca para estudiar en Madrid. Vivió allí por un tiempo, pero su sueño siempre fue París. Al terminar sus estudios, se instaló en la capital francesa.
En París vivió su primer gran amor. Se casó con su tía política, Julia Urquidi, diez años mayor que él. Trabajó como traductor, profesor de español y periodista para sobrevivir en la elegante pero exigente ciudad.
Aunque el camino no siempre fue fácil, nunca dejó de escribir. Fue con La ciudad y los perros que alcanzó el reconocimiento internacional. Luego vinieron La casa verde y otras grandes obras. A los 33 años, ya había escrito tres novelas que lo colocaban en la cima de la literatura.
Durante ese periodo, atravesó una crisis matrimonial y se separó. Más adelante encontró de nuevo el amor en su prima hermana, Patricia Llosa —sobrina de su exesposa— con quien tuvo tres hijos y compartió cincuenta años de vida hasta su divorcio en 2015. Después inició una relación con Isabel Preysler, exesposa del cantante Julio Iglesias.
Hoy se despide el último gran representante del boom latinoamericano. Pero sus novelas seguirán vivas, resonando en cada lector que alguna vez se dejó llevar con sus historias.